Tras un día de enfrentamientos en Hong Kong, Estados Unidos renovó el domingo su advertencia a China contra un proyecto de ley sobre "traición, secesión, sedición y subversión" en ese territorio semiautónomo, que a juicio de un asesor del gobierno de Donald Trump podría perder su estatuto comercial privilegiado.
El asesor de seguridad nacional Robert O'Brien recordó en una entrevista que China se comprometió en 1984, en la Declaración Conjunta sino-británica, a respetar la autonomía de Hong Kong hasta 2047, tras la retrocesión británica del territorio en 1997.
Pero el Parlamento chino anunció el jueves su intención de examinar rápidamente una ley destinada a reprimir a los opositores al poder central, a raíz de las gigantescas protestas prodemocracia que sacudieron el territorio semiautónomo el año pasado.
Pekín pidió el domingo su aplicación "sin demora".
"Con esta ley de seguridad nacional, parece que China está violando el acuerdo" de 1984, dijo O'Brien a CBS el domingo.
"Si China adopta esta ley de seguridad nacional, habrá consecuencias importantes en el marco de la Ley de Política de Hong Kong de 1995", una ley estadounidense, dijo.
"No veo cómo Hong Kong puede seguir siendo un centro financiero asiático si el Partido Comunista Chino persiste y hace cumplir esta ley de seguridad nacional y toma el control de Hong Kong. Sería una tragedia para el pueblo de Hong Kong y sería muy malo para China".
El viernes, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ya había advertido a Pekín y amenazó veladamente de no certificar que China respeta los compromisos asumidos en el marco de la Declaración sino-británica, que rige el estado de autonomía de la antigua colonia británica.
Esta certificación, que el gobierno estadounidense debe remitir en corto tiempo al Congreso, permitiría a Hong Kong mantener su estatus preferencial, especialmente en asuntos comerciales, otorgado en 1992.